La sección sindical de UGT Serveis Públics del departamento de Salud de Orihuela denuncia el desorden en atención primaria ante la falta de instrucciones claras por parte de la Conselleria de Sanitat a raíz del acuerdo suscrito el pasado 8 de marzo sobre limitación de la agenda del personal médico. UGT denuncia que, a pesar de que el Consell se comprometió a limitar a un número de de 35 pacientes para los médicos y médicas de familia y a 28 pacientes en el caso de pediatras, este compromiso no se está cumpliendo y se generan dudas sobré qué hacer con los pacientes que exceden ese tope. Ante la falta de indicaciones, se genera la duda de si ese paciente debe derivarse a urgencias o si hay personal de refuerzo para poderlo citar en la agenda.
Cabe apuntar que el administrativo, que no tiene formación sanitaria, es el que decide qué hacer con el paciente. La mayoría de las veces consulta al facultativo, pero esa situación no es eficaz ya que supone interrumpir frecuentemente la consulta, por lo que pierde tiempo tanto el personal médico como el administrativo. La administración da por sentado que todo los pacientes necesitan el mismo tiempo para su atención, es decir, 10 minutos, lo que impide que se disponga de más tiempo para casos más complejos o en los que se necesita más tiempo para valorar a un determinado paciente.
UGT considera que, sobre todo en Pediatría, debería haber un número de citas reservadas para posibles casos agudos (pacientes sin cita programada que requieren atención no demorable) que surgen ese día o el día antes. Ese número y espacio en la agenda debería estar definido y previsto en función de la época del año u otras circunstancias que pudieran surgir. Por ejemplo, en invierno es más probable que surjan más procesos febriles. Debería pues valorarse bloquear o reservar algunas citas que se abran cada día y no estén todas la citas ofertadas en todo momento. En suma, es necesaria una mayor autogestión de las agendas.
Por otro lado, de cara a la organización y planificación de las agendas y las consultas debería tenerse en cuenta que exisste un déficit importante de médicos y pediatras y que este personal tiene derecho a coger vacaciones así como está sujeto a caer enfermo o darse de por distintos motivos. En la actualidad, no se adopta ninguna medida especial y lo que se hace es que cada médica o médico tenga que sobrecargarse con su cupo y una parte proporcional de los pacientes de los otros compañeros. Esta situación es especialmente relevante en el caso del colectivo de pediatras puesto que su número es menor en cada centro .
UGT denuncia también que las vacantes que se deben generar por los puestos asignados de Jefes de Zona de los Centros de Salud no se han ofertado por parte de la Conselleria de Sanidad para poder cubrirlos, por lo que se ha perdido la posibilidad de ofertar estos contratos vacantes que son atractivos para atraer a los Médicos de Familia al Departamento de Salud de Orihuela.
Además, el sindicato considera especialmente grave que desde Atención Especializada se rechacen interconsultas sin ni siquiera contactar telefónicamente con el paciente o hablar con él. Además, esas interconsultas, se reciben como una notificación que el médico que ha solicitado la interconsulta, debe entrar y resolver en un tiempo extra que no está definido; es decir, estos pacientes ni siquiera aparecen en la agenda.
En conclusión, UGT solicita una planificación y organización de las agendas en las que se tengan en cuenta los aspectos señalados: citas a demanda, citas reservadas y definidas para atención no demorable sin cita programada y otras citas que puedan ser definidas por el médico, de duración mayor para casos más complejos o que requieran más tiempo. En suma, es necesario un grado de autogestión de las agendas. Por otra parte,en los aspectos organizativos debe respetarse el límite de pacientes definidos por conselleria pero, sobre todo, deben articularse los mecanismos y definir los circuitos para garantizar la asistencia de los pacientes cuando se sobrepasa dicho límite. De igual modo, se debe tomar una serie de medidas que, teniendo en cuenta el déficit de médicos existentes y el que se prevé en los próximos años, permitan afrontar períodos de baja, vacaciones, etc. en los que no se vaya a sustituir a los médicos