El Gobierno de Pedro Sanchez no puede dejar fuera de la agenda política de la recuperación a los tres millones de empleados públicos y empleadas públicas, incluidos los más de 50 mil de Correos, que lo dieron todo para salvar el país en plena pandemia.
Si los servicios públicos fueron claves para la superación de la pandemia, y Correos lo fue, lo deben y lo debe ser para la recuperación social y económica.
Debilitar los servicios públicos, y Correos es el más antiguo de nuestro país con 300 años, es debilitar la sociedad y provocar, de nuevo, una salida falsa e injusta de la crisis.
Por eso UGT y CCOO se han dirigido al Gobierno para exigirle a las claras que el futuro de Correos no puede estar en manos de alguien que confunde socialismo con amiguismo, que no se puede poner a los amigos (que parece ser el valor de Serrano) por delante de los intereses generales.
Cuando gobierna la izquierda no puede actuar con Correos y las empresas públicas con comportamientos que criticaban cuando eran oposición, que es lo que están haciendo en estos momentos en Correos: consultoras, chiringuito, colocación en Correos de amigos del partido, amiguismo en la presidencia, utilización política burda, 100 millones en publicidad para ganar votos y la empresa y el servicio público, manga por hombro. Es cuando menos, indecente e inmoral.
Volvemos a invitar al Gobierno a rectificar el rumbo errático actual para que tome las riendas de la situación de emergencia que vive Correos.
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