Cada 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, una fecha que nos recuerda la importancia de crear un entorno laboral seguro y saludable para todas las personas trabajadoras.
Este día es una oportunidad para reflexionar sobre los nuevos desafíos a los que se enfrentan los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo por la continua transformación que sufre el mundo laboral, derivada de las transiciones digital (inteligencia artificial, nanotecnología, biotecnología, etc.), demográfica (consecuencias de la incorporación de la mujer al mundo laboral, migraciones y envejecimiento de la población) y ecológica (cambio climático).
Pero, lo que nunca cambia, es la evidencia de que las condiciones de trabajo influyen sobre la salud de las personas trabajadoras y que las consecuencias de los accidentes y las enfermedades relacionadas con el trabajo, suponen un grave problema social con enormes costes humanos y económicos.
Y nos preguntamos, ¿hemos sabido adaptarnos a estos cambios? La respuesta es sí y no.
Sí, hemos avanzado en el compromiso del Gobierno, la patronal, las comunidades autónomas y los agentes sociales para el desarrollo y mejora de las políticas de prevención de riesgos laborales, reflejado en la aprobación de la nueva Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027.
A nivel autonómico, uno de los de los grandes avances conseguidos este año, ha sido la publicación en el mes de marzo, del Decreto que regula los servicios de prevención de riesgos laborales de la Generalitat, donde se establece la creación de un Servicio de Prevención de Riesgos Laborales propio en cada uno de los cuatro sectores de la administración (Sanidad, Educación, Justicia y Administración Pública), lo que supone un paso más para conseguir la necesaria y efectiva integración de la política preventiva en el ámbito de las Administraciones Públicas, atendiendo a la diversidad de las características de cada ámbito.
Ahora bien, todavía hay apuntes en el debe. No hemos conseguido, a día de hoy, que los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales disminuyan. En 2022 aumentaron en un 5% los accidentes de trabajo y se produjeron más accidentes mortales en el trabajo, respecto a 2021.
Es cierto que estamos avanzando en la incorporación de la perspectiva de género en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo con el desarrollo de políticas y acuerdos en la materia y también en visibilizar la salud mental como prioridad en la gestión preventiva, por ser uno de los factores en los que más influyen los riesgos psicosociales. Sin embargo, no hemos conseguido actualizar y feminizar el listado de patologías y profesiones del Real Decreto de enfermedades profesionales ni que los riesgos psicosociales dejen de ser los menos evaluados en las empresas.
Desde UGT Serveis Públics del País Valencià consideramos que el mayor reto al que nos enfrentamos es conseguir que los Gobiernos, las empresas y Administraciones Públicas consideren prioritaria la seguridad y salud en el trabajo, con la consiguiente integración, real y efectiva de la cultura preventiva en todas y cada una de sus políticas y acciones.
Confiemos que, dentro de un año, con la colaboración y dedicación de todas las partes implicadas, podamos hablar de entornos de trabajo seguros y saludables reales.
En el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, UGT Serveis Públics del País Valencià manifiesta que sigue apostando por un modelo preventivo integral, transversal diferenciado y flexible a cualquier transformación del mercado laboral, pero sin olvidar el objetivo universal del derecho a la salud y seguridad en el trabajo de todas las personas.