Mayte Montaner, secretaria general de UGT Serveis Públics del País Valencià, ha intervenido en el II Congreso de UGT Servicios Públicos de Murcia celebrado este fin de semana, con un discurso en el ha ha defendido los servicios públicos y la unidad sindical. Montaner, encargada del saluda en nombre del resto de las federaciones, ha resaltado la complicidad entre territorios ante el desafío común que supone la gestión de la derecha y la ultraderecha en regiones como Murcia y la Comunitat Valenciana.
Según Montaner, existe un deterioro progresivo de los servicios públicos bajo gobiernos conservadores que debilita la sanidad, la educación y la atención social, al tiempo que aumenta la desigualdad. En su intervención, ha incidido en la responsabilidad política frente a las catástrofes climáticas como la DANA y ha reivindicado el papel fundamental de unos servicios públicos fuertes en la prevención y respuesta ante emergencias.
La responsable sindical ha alertado también del crecimiento de los discursos de odio y la polarización social en Murcia y ha instado al sindicalismo y a la ciudadanía a plantar cara a toda forma de racismo, exclusión o criminalización. Ha subrayado que el frente común ahora debe ser sindical, para defender derechos, dignidad y convivencia. «Hemos de actuar como contrapeso democrático y social frente a las políticas de recorte y privatización», ha señalado. «Durante años, los gobiernos del Partido Popular en nuestros territorios han presumido de hacer frente político común. Nos hemos cansado de ver como escenificaban su unidad para defender intereses partidistas y modelos de gestión; nunca intereses generales. Por eso, hoy más que nunca, el verdadero frente común debe ser de quienes defendemos los derechos de los empleados y empleadas públicas, la dignidad y la convivencia: el frente sindical. Si ellos se agrupan por el recorte y la exclusión, nosotras y nosotros debemos sumar fuerzas por la justicia, la integración y los servicios públicos», ha destacado.
Montaner también ha elogiado la valentía del Gobierno de España en denunciar el genocidio en Palestina y desafiar a los poderes fácticos internacionales. Por último, ha confiado en el poder transformador de la unión sindical y la lucha colectiva por la justicia social.
