La semana de huelga de celo se salda con `parques cerrados, el helicóptero de rescate en tierra y retrasos en la atención de las emergencias y la respuesta de la Diputación es un “decretazo” que les obliga a hacer horas extraordinarias
Más de ocho meses después de la tragedia de la DANA del pasado 29 de octubre en la provincia de Valencia, el Consorcio Provincial de Bomberos continúa arrastrando una grave déficit de personal y de recursos materiales. Una situación que pone en jaque el correcto funcionamiento del servicio y que compromete la seguridad de la ciudadanía y la capacidad de respuesta ante emergencias. Así lo han relatado esta mañana los bomberos en un desayuno informativo organizado por UGT Serveis Públics (mayoritario en el Consorcio) en el que han participado los delegados de UGT Helios Martín, Marcel Montero y Gregori Fayos, así como representantes de Intersindical y CGT. También ha estado presente la secretaria general de UGT Serveis Públics, Mayte Montaner y el responsable de Administración Local, Fernando Millán.
“Ante una nueva Dana, estaremos incluso peor preparados que hace ocho meses”, ha denunciado Helios Martín. Los bomberos han denunciado también que tampoco están preparados para afrontar grandes incendios en plena ola de calor.
Durante el encuentro informativo los bomberos han mostrado su hartazgo por la situación de “abandono” por parte de la Diputación, pero también de la Generalitat (que está aportando menos fondos que por ley le corresponde para dotar al Consorcio) han relatado la crítica situación en la que se encuentran los parques de bomberos y han explicado los motivos de la huelga de celo (cumplen estrictamente con su horario de trabajo pero no hacen hora extraordinarias) que está realizando la plantilla desde el pasado 1 de julio y que tiene por objetivo conseguir que la Diputación de València reflexione y cumpla los acuerdos alcanzados para ampliar de forma estructural la plantilla del consorcio y mejorar las condiciones laborales.
Los bomberos han recordado que el Consorcio sufre desde hace años un importante déficit de personal tanto en cuanto a la plantilla operativa como los cuadros directivos, una situación que ya quedó en evidencia en un estudio de la Universidad de Valencia en el que se calculaba que la plantilla debía situarse entre 767 y 775 bomberos y bomberas para equipararse a la media nacional y atender adecuadamente a la población. “El Consorcio nació en el 86 y cuarenta años después tiene la misma plantilla que hace 40 años con un millón más de población”, ha precisado Helios Martín. Los bomberos han precisado que al menos hacen falta 200 efectivos para poder dar un servicio adecuado.
A finales de marzo el Consorcio firmó un preacuerdo con los sindicatos que contemplaba la mejora de las condiciones laborales y la creación de 45 nuevos puestos de bomberos a lo largo de tres año. Sin embargo, tal como han explicado, la Diputación retiró el preacuerdo alegando motivos económicos al tiempo que ha aprobado subidas salariales solo para la dirección administrativa con salarios que superan los 80.000 euros anuales. “Para subirse los sueldos los altos directivos, no existe techo de gasto”, han ironizado.
Una decisión que ha generado un profundo malestar en la plantilla y ha sido uno de los detonantes de la huelga de celo que mantienen los bomberos en protesta por el incumplimiento de los compromisos adquiridos y la falta de soluciones reales a la precariedad del servicio. “Estamos hartos, no aguantamos más”, han dicho y exigido al presidente de la Diputación, Vicente Mompó, que cumpla con la ciudadanía y le de a la ciudadanía el servicio el servicio de emergencias que necesita. “La diptuación no está a la altura”, han resaltado.
Déficit de personal y de medios
El déficit de personal es uno de los principales problemas, pero no el único. Los delegados de UGT han relatado los numerosos déficits en medios materiales (“tenemos parques en almacenes de cebolla”, han contado) y han lamentado que, a pesar de que la falta de recursos lastró la respuesta por la Dana, ocho meses después, la inversión ha sido nula.
Así, han denunciado como especialmente grave la falta de camiones de bomberos ya que muchos vehículos están inoperativos porque no pasan la ITV o no cuentan con el mantenimiento adecuado, vehículos con más de 20 años de antigüedad. Actualmente solo hay tres camiones de altura con escalera en toda la provincia y el resto están fuera de servicio por problemas técnicos.
Además, faltan también todoterrenos y vehículos de transporte de personal y herramientas lo que dificulta la movilidad y la respuesta en situaciones de emergencia. Las bombas de achique son escasas y muchas están anticuadas lo que limita la capacidad de respuesta ante inundaciones y emergencias similares. No se han comprado, las que tienen capacidad para achicar lodo, tan necesarias durante las inundaciones del 29 de octubre. “Si hubiera otra Dana no podríamos otra vez sacar el lodo de los garajes”, han insistido.
Además, los equipos de protección personal son insuficientes y no hay reposición inmediata. Después de la Dana se han comprado neoprenos, pero todos de la talla XXL y XL y todos ellos para compartir. Tampoco se dispone de grúas ni retroexcavadoras, herramientas esenciales para abrir camino o intervenir en situaciones complejas.
Por otro lado, la formación sigue congelada desde hace cuatro años y la relativa a rescates acuáticos se limita a la lectura de un folleto con las instrucciones y prácticas sobre cómo hinchar un catamarán.
Consecuencias de la huelga y el decretazo
La falta de personal y medios y la negativa del personal a hacer horas extraordinarias desde el pasado 1 de julio, ha provocado desde hace una semana y en plena ola de calor y alto riesgo de incendios, cierres temporales de parques en varias localidades como Montcada, Oliva, Burjassot, La Pobla de Vallbona, Ontinyent y Catarroja y la inoperatividad del helicóptero de rescate por falta de rescate: tres días inoperativo. Esta situación ha derivado en retrasos significativos en la atención de emergencias como el incendio en una vivienda de Montcada que fue atendido en 16 minutos en lugar de los 4 protocolarios o la necesidad de recurrir a dotaciones del Ayuntamiento de Valencia por falta de recursos propios en otros servicios.
Los delegados sindicales, además, han denunciado que, en lugar de negociar, la Diputación de València ha dictado “un decretazo” que obliga al personal del consorcio a realizar horas extraordinarias, lo que ha generado mucho malestar y estrés ya que se está obligando a personas sin la preparación necesaria a ponerse al frente de operativos.
Este decreto les impide incluso pedirse permisos. En este sentido, han denunciado que se encuentran en “un callejón sin salida” porque el diputado responsable, Avelino Mascarell, ni si quiera les coge el teléfono. “Están fallando a la ciudadanía”, han concluido