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UGT, SATSE, CCOO, INTERSINDICAL SALUD y SIMAP que representan el 90% de los profesionales sanitarios, denuncian que el nuevo modelo de la atención primaria y comunitaria supone un retroceso en la calidad asistencial de los ciudadanos y de la sanidad pública en general.
La Conselleria de Sanidad no ha aceptado ninguna propuesta de calado aportada por sindicatos, colegios profesionales o asociaciones para el proyecto que contiene una nueva estructura, organización y funcionamiento de la atención primaria y comunitaria del sistema valenciano de salud.
No ha habido una negociación real del decreto, donde no se recoge una sola mejora asistencial para la ciudadanía, ni respecto a las condiciones laborales de este personal que fueron aportadas por la mayoría de los sindicatos presentes en Mesa Sectorial de Sanidad.
La única razón que mueve a esta Conselleria es la creación de nuevos cargos de jefaturas de servicio y sección, que conlleva una excesiva jerarquización del modelo que recuerda a tiempos obsoletos preconstitucionales.
A su vez, conlleva una disminución de la calidad asistencial ya que las decisiones se concentran en los niveles superiores, lo que dificulta la flexibilidad, la innovación y la capacidad de respuesta del equipo, apostando por un trabajo subordinado y sin dinámica, cuestionado desde la misma OMS, además de suponer un incremento económico importante.
Este dinero debería ir destinado al aumento de médicos/as, de enfermeras/os, enfermeras/os especialistas, fisioterapeutas, tcae, aux. administrativo/a, técnicos/as superiores, celadores/as y la incorporación de nuevas categorías. Simplemente incrementa el número de jefes que, además no realizarán asistencia sanitaria, lo que supone sin duda, una sobrecarga laboral para los trabajadores y trabajadoras cuya situación está siendo un gran esfuerzo dada la situación de catástrofe que ha provocado la Dana y que a día de hoy, los sanitarios que intentan mantener una calidad asistencial a pesar de las circunstancias.
A esta Conselleria, no parece preocuparle la masificación en los centros de salud, la demora en la cita, el aumento de las listas de espera y unas agendas profesionales “controladas” por dichos jefes, sin tener en cuenta los tiempos mínimos requeridos para atender a las personas.
Tampoco se facilita la asistencia domiciliaria y desaparece la promesa mediática que tuvo el conseller acerca de los 15 millones de euros la creación de la figura de 300 enfermeras/os escolar y se pierde la oportunidad de incorporar otras figuras profesionales tales como terapeutas ocupacionales, ópticos/as optometristas, podólogos/as o técnicos/as en documentación sanitaria, entre otros. O el lugar destinado al personal de urgencias de los PAC/PAS y la coordinación con Salud Pública que tan buenos resultados obtuvo durante la pasada pandemia.
La actual gestión sanitaria, está liderando la fuga de profesionales hacia comunidades con mejores condiciones de trabajo. Y donde el trabajo en equipo es un valor que el Conseller no reconoce.
Esta Conselleria sigue sin presentar la memoria económica que oculta el coste económico real que supondrá a los valencianos y valencianas, a costa de sus impuestos y que no aporta mejoras en la asistencia diaria de las personas, ni soluciona los problemas de la atención sanitaria.
La Conselleria no ha tenido en cuenta las opiniones de los sanitarios, lo que está creando desconfianza, desmotivación e ineficacia del sistema sanitario por una deficiente coordinación, planificación, una desconexión de las necesidades reales de la población por no solucionar problemas estructurales de recursos humanos fortaleciendo las plantillas y creación de nuevos centros de salud.
Estamos ante un escenario preocupante no sólo para el personal sanitario, sino para la ciudadanía, tanto el Conseller Marciano Gómez como el Presidente Carlos Mazón, deberían valorar que las decisiones y políticas impuestas sin consenso mayoritario, generan descontento.
Ante esta situación, la falta de transparencia y los problemas específicos provocados por la Dana que están sin resolver, la conflictividad con las y los ciudadanos, así como en los centros de trabajo está servida.
En definitiva, la Conselleria de Sanidad ha propuesto un modelo anclado en el s.XX, desacreditado, obsoleto y contrario a las líneas actuales de la asistencia sanitaria en el Estado Español, y que marcan organismos internaciones como la OMS.
Por todo ello los sindicatos anuncian una campaña de movilizaciones y actividades para la defensa de la atención primaria