Este lunes, 7 de octubre, se celebra el Día Mundial del Trabajo Decente. La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC OO) se unen a la campaña de la Confederación Sindical Internacional (CSI) para reclamar un mundo donde la justicia social, el trabajo decente y la paz duradera permitan a la clase trabajadora desarrollar sus proyectos de vida.
La lucha por desarrollar el trabajo decente pasa por una mayor protección social, el aumento de los salarios y la reducción de la jornada laboral como única forma de reducir la explotación, la precariedad y problemas de salud laboral que sufre la clase trabajadora.
Sin embargo, estas demandas (que siempre son complejas de conquistar) se vuelven imposibles de alcanzar cuando la clase trabajadora se encuentra en medio de un conflicto militar. La violencia y los conflictos bélicos castigan principalmente a los trabajadores y a las trabajadoras que sufren en mayor medida los efectos de la inflación, sus empleos desaparecen, son forzadas a migrar o desplazarse, y en última instancia, su integridad física peligra o pierden sus vidas.
La lucha por la promoción del trabajo decente, una prioridad de la lucha sindical desde su origen, es el octavo Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) del plan de acción de las Naciones Unidas, la Agenda 2030. Sin embargo, esta compleja labor de defensa del trabajo decente, imposibilitada en la mayoría de ocasiones por las condiciones laborales que imponen las multinacionales en el Sur Global y la violación de este derecho básico alrededor del mundo, se vuelve totalmente inviable en medio de un conflicto bélico.
Si bien es cierto que el camino para lograr un trabajo decente es difícil en cualquier lugar, es importante que en este día destaquemos la situación que se vive en países como Myanmar, Yemen, la región del Sahel o Ucrania. Nos solidarizamos con las trabajadoras y trabajadores de estos países y de todos aquellos en los que existen conflictos y expresamos nuestra condena a quienes causan tantas muertes y horror.
La situación que se vive en Palestina es de una crueldad sin parangón en la historia de la humanidad. El ejército israelí ha acabado con la vida de más de 40.000 personas, más de la mitad mujeres, niñas y niños, provocando un genocidio. Aunque en general la opinión pública mundial está abiertamente en contra de estas acciones ilegales del Gobierno de Netanyahu, los principales gobiernos de occidente e Israel se mantienen imperturbables en sus acciones militares y en sus silencios cómplices.
Hoy se cumple un año del inicio de estos ataques ilegales que se extienden en una escalada que tensa toda la región con ataques a Irán y con la actual invasión del Líbano.
Por todo ello el sindicalismo mundial ha puesto de relieve las obligaciones de las autoridades israelíes de reparar y remediar toda una serie de abusos, en particular el impago de salarios y la retención de prestaciones a más de 200.000 trabajadores y trabajadoras de Palestina que trabajan en Israel. Estos abusos han supuesto pérdidas de ingresos por valor de millones de dólares provocando una grave inseguridad financiera, dificultades económicas, privación de servicios básicos y penurias generalizadas a las personas trabajadoras afectadas que carecen de acceso a recursos judiciales. Por todo ello, nueve organizaciones sindicales mundiales, incluida la CSI, han presentado el 27 de septiembre de 2024 ante la OIT una reclamación conjunta que detalla las condiciones de abusos con la clase trabajadora palestina en Gaza y Cisjordania empleados de manera formal o informal en Israel. El propio director general de la OIT ha expresado que “el mercado de trabajo se ha hundido, en un contexto de destrucción generalizada, desplazamientos, matanzas y hambre”.
Ante esta realidad UGT y CCOO hacemos un llamamiento por la paz y la apuesta del diálogo y la diplomacia como única forma de resolución de los conflictos y exigimos a las instituciones europeas que fomenten y defiendan soluciones pacíficas.
A su vez, como organizaciones sindicales fundadoras de la Plataforma estatal por el reconocimiento del Estado Palestino en España, celebramos el reconocimiento del Gobierno español, pero exigimos que su actividad y acciones por la defensa del pueblo palestino no se queden limitadas a este reconocimiento sino que sean encaminadas a posiciones claras y enérgicas para parar el genocidio israelí en Palestina.